Se posan en la estela de la vida, insubstanciales seres que simultáneamente
roban oxigeno con su patética respiración; es por esto que prefiero alimentarme
teniendo como paisaje a ratas muertas, aves en estado de putrefacción,
arañas, moscas y basura; de esta forma estos necróticos y repulsivos elementos
me han enseñado en un segundo lo que la estúpida humanidad común ha tardado
muchos años en explicar.
Han masticado sus palabras, han retorcido sus labios y han mutilado sus cerebros,
enorgulleciéndose de la mentira. ¡VACIOS GUSANOS! que creen tener poder, ante
la autentica esencia son el absoluto nada.
Acostumbrados a ser tratados como domesticados animales; tratan de
ridiculizar al integro ser libre; proclaman a gritos su ignorancia y claman con
orgullo -hasta cuando su dios se lo permita- ser el débil siervo.
Temen y huyen del castigo y del placer, por esto viven sepultados en su
propia hipocresía; atacan cobardemente, en manada.
¡Su destino está marcado en un crucifijo!
...inmundamente se acerca y con su inconfundible "rectitud y
moral", niega oír palabras sexualmente desinhibidas; aunque el semen que
cae de sus dientes confunde el mar de espermatozoides que sostiene en su boca.
Aún así existe el "experimentado mundano" que hasta el final de
sus días vivirá como marioneta de CRONOS, sin autoridad, creyendo saberlo todo.
El maléfico falo te perforará.
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