miércoles, 29 de agosto de 2012

Bajo Muerte

Invisibles golpes martillan mis arterias,
con obscuros lasos que atan mi visión.

La angustia y el llanto me ahorcan 
en una agitada danza de paz...

Un teatro de lágrimas vivientes
se expresan en el frío respiro,
del barquero del infierno;
y palpitante mi espíritu se ahoga
en la penosa senda
que me han dejado mis ancestros.

Negros gatos emulando a la noche,
sus brillantes ojos siendo mil lunas,
suspiros decadentes
sobreviviendo con la soledad de mi atmósfera.

Desesperados son los podridos gritos de mi alma;
en mis manos reposa...
el tétrico silbo de mi vida.