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Aquella noche se sentía manipulado por un deseo sexual incontrolable, desesperadamente se comenzó a masturbar a espaldas de su hermana, de cierta forma él sabía que estaba despierta, ya que sus movimientos eran muy notorios.

Desde pequeño prácticamente a la edad de 9 a 11 años el había sentido unos orgasmos tan placenteros que lo dejaban sufriendo un dolor interno garrafal a juzgar por sus gestos, pero esto solo le ocurría en un estado de sueño…

Yo observaba como fantasmal presencia; bajo las cobijas de la cama se dirigió al sexo de su hermana que estaba en gestación, y comenzó a masturbarla violentamente, pero por lo que note en sus gestos ella disfrutaba con silenciosa hipocresía; al cansarse de masturbar  a esta, se dirigió a la parte trasera de la casa, la noche silbaba con roncas blasfemias; subió las gradas hacia la terraza e ingreso a un cuartucho donde se guardaba escombros, basura y animales que morían para después botarlos.

El no notó mi presencia, entonces fue cuando empezó a mutilarse y a embriagarse con una solución tóxica que encontró ahí, todo el sitio estaba cubierto de sangre, y el tóxico que se encontraba regado hacia una perfecta combinación del rojo mortuorio… Al sentir mis huesos otra vez en mi cuerpo me di cuenta de que en mis manos sostenía sus genitales, el había muerto y su cuerpo había desaparecido.