lunes, 24 de enero de 2011

QUEBRADA


QUEBRADA

…Memorias de un perdido acto en la obscuridad ancestral.
Recorrí con las sombras de mis antepasados, las frías piedras del puente. Llegamos a un bosque de eucaliptos, y el cálido y apasiónate aroma de las puntas nos envolvió con inmortales risas de juventud.

Pan con su flauta nos enseño el onírico orgasmo.

El abominable frio de la quebrada, rompió la indolora realidad, pálidas manos se alejaban de las fragantes ramas y la mortaja lunar resaltaba la negra sotana.
Caminé desconcertado entre el sendero y el purpura de mi saco resbalaba por mis muslos.

¡Oh, grande es el campo, inmensa es la noche!

Los antiguos han contado que tú alma despiertas en los abismos de la soledad.
Una fantasmal muralla detuvo mi agitado andar, el riachuelo encripto mis ojos en la parte más profunda de su cauce, fue cuando el Desgraciado apareció, y con maldita mirada apuñalo mi valor. El mundo dejo de girar y los hondos pasos de él, llenaron de confusión mi minúscula vida.
El temor extendió sus brazos para sostenerme en mi desmayo; la tierra se volvió rígida, mi nariz se empapo con las lágrimas de las hierbas.
Su insignia fue la pesadilla. 

Relatado por: Miguel A. Hidalgo R.
Adaptación por: B. C.

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